En una entrada anterior vimos la procedencia del polen y su proceso de elaboración.
En ésta vamos a avanzar en distintas direcciones, todas ellas de interés para el consumidor, ya que le aportará criterios de utilidad a la hora de elegir.
Veamos primero los tipos de pólenes, que principalmente vienen determinados por su origen geobotánico..
Atendiendo a su origen botánico.
Todas las plantas con flor tienen polen y por tanto, es lógico pensar que los insectos en general y las abejas en particular, no tienen motivo de quejas. Romeros, Lavandas, malvas, Olivos… y tantos otros, son grandes productores de polen y puede que llamen la atención y satisfagan los intereses de abejorros, mariposas y otros muchos insectos que sólo buscan el néctar del la flor. Pero no es el caso de la abeja, ella es una especialista, una profesional de la recolección de polen, sabe que del buen hacer de su trabajo depende en gran parte la prosperidad de la colmena. Y por ello, no se conforma con medianías, quiere lo mejor, flores VIP, y las elige atendiendo a estos criterios: color , cantidad y calidad de su polen (aprovechamiento biológico)
.El color de la flor. La abeja desecha las flores de color rojo o negro, es poco probable ver una abeja polinizando una amapola . Prefiere flores de color blanco, amarillo, azul… Eso no significa que desecha la calidad de su polen ,es simplemente , una tara física, una dificultad en la capacidad visual de la abeja, un rechazo genético a esos colores.
Rentabilizar su trabajo
. Atendiendo a un criterio de eficiencia , escogerá aquellas flores que estén presentes en cantidad significativa, siendo al mismo tiempo productoras de cantidad y calidad de polen. Es un animal que tiene un corto periodo de vida y que ha de obtener la máxima eficacia en su trabajo.
Valor terapéutico..
Sabedora de la importancia que el polen tiene para la prosperidad de la colonia de abejas, visita las plantas cuyo polen es de mayor valor biológico. El pino, ejemplifica y contradice al mismo tiempo, el criterio anterior. Es un árbol muy abundante, repartido por toda nuestra región, produce muchísimo polen, pero la abeja no lo tiene en consideración. Es un polen con un contenido nutricional muy pobre y la abeja lo rechaza. Es improbable por no decir imposible, ver una abeja recolectando polen de pino . En esta misma situación se encuentra también el olivo y muchas otras. Sin embargo es muy valorado el polen de las Jaras, de las retamas, de eucalipto, de azahar, de castaño, de brezo…
No olvidemos que el valor terapéutico del polen tiene similitud con el de la planta de procedencia. La flor de azahar y tilo son buenos relajantes, pues su polen, también lo es y el de eucalipto beneficia al aparato respiratorio y así con todos.
Confío en que estas breves pinceladas sirvan como referencia al consumidor. En la próxima entrada hablaremos de sus virtudes y aplicaciones terapéuticas