La miel. Su procedencia.
La miel es el producto por excelencia de la colmena, el más solicitado y consumido, es por ello que vamos a realizar una serie de publicaciones para que la conozcan un poquito mejor.
Lo primero, su origen:
La aparición y evolución de la abeja en nuestro planeta, se produce de forma paralela a la aparición de las plantas fanerógamas, las que tienen flor..
El origen de la miel está en el néctar de la flores.
El néctar es un reclamo que produce la planta para atraer a los polinizadores, y en especial a las abejas. Es, básicamente, una mezcla de agua, azúcares, vitaminas, minerales y pigmentos .
La abeja selecciona las flores en función de la cantidad de néctar que producen y del color de sus pétalos.
Un dato curioso es que a las abejas no les gusta las flores oscuras ni las rojas.
Anatómicamente están preparadaa para ser especialistas.
El aparato bucal de la abeja termina en una trompa fina y alargada que le permite succionar el néctar de la mayoría de los nectarios, aunque sean profundos.
El néctar no es miel, no puede ser consumido, la abeja lo va acumulando en «su buche social»; recibe este nombre porque el producto acumulado no le pertenece, es de toda su comunidad.
Ese buche tiene una capacidad de 40 mg y para llenarlo necesita visitar una 1500 flores, una vez lleno inicia el regreso a la colmena y es durante este vuelo de vuelta cuando el néctar comienza su transformación en miel.
Ésta transformación es un proceso químico que se inició por la secreción y posterior agregación al néctar de jugos y enzimas digestivas.
Especialmente significativa es la INVERTASA, cuya función es desdoblar la sacarosa del néctar en dos azúcares más simples como son la fructosa y la glucosa.. Por lo normal esta función la realiza el aparato digestivo del macho.
La miel está predigerida, no necesita digestión, llegando rápidamente a la sangre. Éste hecho es un claro diferenciador de las ventajas de la miel sobre el resto de azúcares.
Una vez que llega a la colmena, pasa el contenido del buche a una de sus hermanas más pequeñas mediante trofalaxia, traducido en «beso boca a boca».
Ésta nueva portadora segrega nuevos jugos y enzimas que casi convierten el néctar en miel…
Lo deposita en los panales, pero aún tiene un alto contenido de agua, para eliminarla agitan sus alas y produce calor que elimina la humedad.
El néctar ya es miel y para dar la faena por terminada, cubren el producto con un suave velo de cera que, en el argot apícola, se conoce como panal operculado o sellado.